NADAL HACE HISTORIA
No hay nadie que pueda hacerle frente en el mundo terrenal. Rafael Nadal conquistó el pasado domingo su décimo título de Roland-Garros y lo hizo con un grandioso partido en el que el balear masacró a su contrincante el suizo Wawrinka con un espectacular 6-2, 6-3 y 6-1,en 2 horas y 5 minutos.
Por tercera vez en su carrera, Nadal completaba un torneo perfecto, anteriormente lo consiguió en 2008 y 2010, acabando con los sets en contra a cero. En esta ocasión su rival suizo apenas pudo hacer frente al rey de la tierra durante los cinco primeros juegos.
Los registros de Rafa en tierra son impresionantes y en Roland-Garros no encuentran un adjetivo para describir lo que ha conseguido Nadal. Ha jugado 81 partidos de los cuales ha ganado 79.
El equipo de Nadal tuvo que ceder su habitual palco al cuerpo técnico y familiares de Wawrinka porque el sueco tenía mejor ranking que el español en el momento de hacerse el cuadro. No a partir de este lunes, cuando Nadal recupera el segundo puesto del ranking, sólo por detrás de Andy Murray.
Cuando acabo el partido Roy Emerson, 12 veces vencedor de 'Grand Slam', le iba a entregar a Nadal su decimo Roland-Garros.
En el primer punto del partido ya tuvo que bajar a marcar una pelota dudosa Pascal Maria, el juez de silla francés de la final. La derecha del sueco se había ido larga. Nadal ganaría el primer juego en blanco en un preámbulo de lo que pasaría después.
Wawrinka necesitó seis puntos para estrenar su casillero, y empataría a uno. Luego fue él quien tuvo la primera pelota de 'break' en el tercer asalto. aunque Nadal la salvaría con su saque.
Al mallorquín se le notaban los nervios por la imprecisión con la que pegaba su infalible derecha. Aunque dio igual. Se fabricó cuatro opciones de rotura, inmediatamente después pero tampoco las transformaría en punto. No fallaría en el sexto juego. El marcador ya reflejaba un 4-2. Habían pasado 33 minutos.
Con el día más caluroso de la presente edición del torneo, caminaba sin prisa pero sin pausa hacia la historia. A su calidad desde el fondo de la pista le unía la potencia con el saque. Elevó el marcador de velocidad hasta un tope de 198 kilómetros por hora. Por primera vez en muchos años la sensación era unánime en la grada: todo el mundo iba con Rafa. Wawrinka había cantado victoria en sus tres finales anteriores.
El mejor punto de la final
Wawrinka tuvo que aplaudir con su raqueta el punto más espectacular del torneo, que fue en el sexto juego. Cuando una derecha imposible de Nadal, pegado a la publicidad lateral del estadio, que pasó con una bala hasta planear en el polvo de ladrillo El derrotado no iba a morir remando desde la línea blanca. Empezó a jugárselas todas y eso aceleró el desenlace.
La gente quería más tenis y empezó a gritar Wawrinka para no irse a casa antes de tiempo. El segundo set también había caído favorable al español por 6-3. El suizo, justo antes, partía por la mitad su raqueta. En la tercer y definitivo set, el guión no varió un ápice a pesar de que el suizo pasó antes por los vestuarios para refrescar sus ideas. Nadal hizo 'break' de entrada y la luz de París poco a poco se fue apagando en el tenis de Wawrinka.
Rafa sumaba el decimoquinto 'Grand Slam', el primero en tres años, y se queda a tres de los históricos 18 de Roger Federer. El español no es sólo el chico 10 en Roland-Garros sino que lo fue antes en Montecarlo y en Barcelona. En un gesto que honra al torneo, Nadal será el primer jugador que se lleva a casa una réplica exacta de la Copa.
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